Es una sensación extraña…
Son muchos errores, fallo tras fallo pero de pronto aparece algo que te hace sentir bien, que de alguna forma alivia la tensión y deja espacio a la calma y a la tranquilidad.
Se agradece, desde lo más profundo porque se convierte en un sin vivir, en una tortura.
Hay deseos que deberían quedarse encerrados en una jaula para siempre o, por lo menos que solo pertenezcan al campo de la imaginación, pero a veces ese límite se excede y llegan a convertirse en realidad.
Y es un fallo, no deberían ver la luz, su destino es permanecer oscuros, como si fuera todo una mentira, una fantasía.
Definitivamente los sueños son sombras y nadie puede dejar de soñar porque de alguna manera vivimos de las ilusiones, si no ¿Qué nos queda?
Entonces aunque nos creemos un mundo irreal es lo que nos ayuda a mantenernos a flote, a volver a desplazarnos por ese mundo desconocido y a la vez tan cercano.
Son de verdad pero a veces es mejor darles la espalda, aunque para eso hay que aprender y podemos intentarlo muchas veces sin éxito y a veces hasta perder el ánimo y dejarlo estar. Ahí es cuando empieza otro problema, uno de tantos…
Y es que aunque las cosas se quieran no siempre hay que dejarse vencer, hay que calibrar y luchar contra algo, ese algo que somos nosotros mismos y que tenemos que saber escuchar porque, aunque a veces no estemos de acuerdo y no podamos entendernos, otras muchas veces llevan razón y nos advierten de que algo que nos va a perjudicar o herir puede acabar a tiempo tan sólo con escuchar…
Alguien dijo una vez: ¿de qué sirven los sueños si casi nunca se cumplen?...
….Ahora se que se equivocaba….
By:
*Bea*
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